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Temporada de huracanes.

Fernanda Melchor.

10° de mis #librosen2024. «Temporada de huracanes», escrito en 2017 por Fernanda Melchor y publicado por Random House.
2.560 #páginasleídasen2024.

Sigo dejándome llevar por los libros de los que se habla en El café de Mendel, y a veces lo hago a ciegas. El otro día, por ejemplo, corrí a la biblioteca sin saber nada de esta maravilla solo porque a Jan Arimany le alucinó en 2019. Ahora que lo he terminado, como ya me pasó con «El fallo», confirmo que es una práctica acertada.
«Temporada de huracanes», la novela que consagró a Fernanda Melchor, es una burrada en todos los sentidos. Se trata de una historia de personajes cuya dureza hace que el asesinato que la vertebra parezca una nimiedad, un suceso más en un pueblo sucio, húmedo y tórrido donde ellos, los implicados, viven sus miserias como algo cotidiano, pero a ti, lector (y asombrado habitante de su mismo mundo) te sacuden de forma extraordinaria.
«Temporada de huracanes» es una historia no lineal sobre el maltrato y la violencia. Atravesada por un oscuro erotismo y por el abuso de las drogas, ocurre en el México rural y real, y está escrita en una jerga muy profunda. La forma —y esto complica y sublima todo— es exigente: sus 223 páginas encierran ocho capítulos sin ningún párrafo en ellos; ocho puntos y aparte en toda la novela, sí, ocho solo, como haría Saramago, y esto ocasiona un poco de falta de aire, por lo que es recomendable asomarse a ella con agilidad. Yo, de hecho, leí la primera mitad inmerso en una preocupación familiar (entre mi casa y un hospital) y me costó entrar; hasta el cuarto capítulo pensé que era un libro de relatos y no una única historia coral en la que el narrador está con un personaje diferente en cada capítulo (un regalo de leer sin saber nada del libro, entregado al criterio de otro lector, ¿no habéis probado esto? pues hacedlo) Pero a partir de ahí, cuando las tramas fueron hablado unas con otras, el círculo se cerró y llegué al final en éxtasis.
Y no digo más. Preparaos para lo peor, y leedla. Dejaos llevar por sus párrafos interminables. Abrid los ojos y mirad debajo de la alfombra de la civilización. Sed conscientes de que esto también está en la naturaleza humana. Leed a Fernanda Melchor, atreveos.

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