Juan José Millás

25º de mis #librosen2025. «La soledad era esto», escrito en 1990 por Juan José Millás, y publicado en esta edición especial por Booket.
6.224 #páginasleídasen2025.
Amé a Juan José Millás hace quince años cuando lo descubrí. Una navidad me regalaron «El mundo» y unos meses más tarde «Lo que sé de los hombrecillos», y ambos me cautivaron —sobre todo el primero—. Luego lo seguí en sus columnas de El País y continué amándolo, pero no había vuelto a leer ningún libro suyo, hasta este, uno de sus caballos ganadores de siempre (premio Nadal en 1990), que también me han regalado hace poco. Y me ha gustado (al final lo he escuchado en audiolibro), si bien noto ciertas diferencias para mal con respecto a aquellos. No por ellos, no por él, sino por mí, que ya no soy el mismo lector.
«La soledad era esto» narra la historia de una mujer en crisis vital que descubre que muchos de sus males tienen que ver con la relación con su madre, y que, de hecho, se está convirtiendo en ella. El libro es profundo, una robusta maraña de relaciones con nodos familiares tanto en el presente como en el pasado que Millás refresca, además, con la presencia de un personaje ajeno a la familia a quien mete en los conflictos enriqueciendo la narración. Hay cuidado en el lenguaje, e interesantes cambios de narrador/a, pero —aquí vienen los peros— todo él está atravesado, por un lado, por coletillas poco literarias, y por otro, por atribuciones precisamente literarias a una de las protagonistas, que son propias del narrador. Vaya jaleo.
También hay un deux ex machina que tira por tierra la verosimilitud que había conseguido Millás como autor, y abusa hasta el desgaste del condicional como si que tanto daño le hizo a mi concepto de «Perro Negro», de Miguel Ángel Oeste, después de haber disfrutado mucho su «Vengo de ese miedo»: Como si fuera tal, como si quisiera cual, como si hubiera parecido Pascual. Vaya tela.
Y por último —y ya paro—, cuando me estaba haciendo con una hipótesis sobre lo que estaba ocurriendo, llegó Millás y me lo explicó un poco más adelante demostrando no confiar en mí. Y hay pocas cosas peores que se me puedan hacer como lector, la verdad. Vaya falta de respeto.
Pero bueno, me ha gustado, de verdad. Si no tengo en cuenta estos detalles que, como digo, tienen más que ver conmigo que con el libro, me ha gustado.