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Nada.

16° de mis #librosen2023.
Laforet te hace acompañar a Andrea mientras te asomas a una vida atravesada por la pobreza en la que el hambre, la ropa andrajosa y las apariencias conforman una sociedad que se recupera del abismo.

Bibliotequitas.

A mí estas bibliotequitas de los hoteles y casas rurales me suponen un pequeño regocijo.

Describir el infinito.

¿Quién seré yo para ponerme a describir el infinito?

Los cortados de Cádiz.

El desayuno en el bar es uno de los mejores recuerdos que siempre me llevo de Cádiz; su café con leche fría, pedido con tanta educación como firmeza —con-leche-fría— y que siga abrasando pero ya pasará, que no hay prisa;… Leer más »Los cortados de Cádiz.

Marcovaldo.

15° de mis #librosen2023.
Hilvanado en torno a las veinte estaciones de un quinquenio; sus cinco primaveras, veranos, otoños e inviernos, este libro es una preciosa trampa.

Claus y Lucas.

14° de mis #librosen2023.
Dejad que Agota Kristof lance el dado y os empuje a decidir cómo encajar la información para construir la historia, vuestra historia, sí, pero, sin duda, la de ella.

La tristeza de los ángeles.

13° de mis #librosen2023.
La vida es infinita y lo que sentimos también, y las relaciones cuando son llevadas al extremo, también.

Niña con monstruo dentro.

12° de mis #librosen2023.
Diecisiete relatos muy cortos, muy rosanavarrianos, muy surruralistas (sí, surRURAListas), muy originales, muy divertidos, muy ácidos, muy tiernos y también muy duros.

El príncipe destronado.

11° de mis #librosen2023.
Heridas —recentísimas— de la guerra civil, la mujer en el tardofranquismo, la obediencia al padre, las diferencias de clase, las verdades y las mentiras, los engaños…

El lugar.

10° de mis #librosen2023.
Vuelvo a Annie Ernaux, con su lenguaje directo, sus frases cortas y sus historias de clase, las de los inferiores.