Miguel Delibes.
23º de mis #librosen2020: «La sombra del ciprés es alargada», escrito en 1946 por Miguel Delibes y publicado por ediciones Destino en esta edición de 1999.
6.998 #páginasleídasen2020.
He descubierto a Delibes y no sé si me faltan las palabras o quiero escribir mil en torno a ello. Cuando era niño me obligaron a hacer un trabajo sobre «El príncipe destronado» y en su lugar vi la película de Mercero. Saqué un seis pero no descubrí a Delibes sino lo que había supuesto Delibes para otro. Obligar a leer determinadas novelas a chavales de once y doce años es un sinsentido. Hay maravillosos libros que pueden descubrir la belleza de la lectura a los adolescentes, pero no son los de Cervantes, Delibes o Espronceda.
Yo he descubierto a este impresionante autor ahora, con cuarenta y cuatro años, y la experiencia me ha dejado embelesado. «La sombra del ciprés es alargada» es ya para mí uno de los cinco mejores libros que jamás he leído. Las lágrimas que derramé ayer al cerrar la última página fueron de tristeza pero, sobre todo, de agradecimiento, porque leer a Delibes es un regalo. La primera parte describe la infancia del narrador, un huérfano que acaba en casa de un sombrío maestro que le condena a vivir en un plano de renuncias. Forjada su personalidad con la distancia que separa el perder del no llegar, Pedro sobrevive cuestionándose para qué disfrutar, entonces, de nada. Sus vivencias, atravesadas por temas universales como la amistad, el amor y la muerte componen el arco de maduración de un protagonista complejo y profundo. Todo lo que ocurre es tratado con un estilo que convierte al autor, ya en esta, su primera novela, en un titán de la literatura. Cada frase es una cita que merece ser leída más de una vez y cada diálogo una delicia. Todo lo que ocurre significa algo en un texto sembrado de metáforas y alusiones filosóficas que se visitan y vuelven a visitar a lo largo de esta extraordinaria narración, un tesoro que volvería a empezar a leer hoy mismo.