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Feria del libro de Madrid 2025.

Todos los junios, incluso este en el que el mundo se me ha detenido, voy a la feria del libro de Madrid.

En esta ocasión ha sido de improviso, porque pensaba yo, el otro día, que tenía hora con Fabio, mi querido peluquero en Wildcuts, pero, como desde hace unas semanas estoy bocabajo, no era así, y una vez allí, me dijo que la reserva era para el día de después. Resignado, con la cabeza en otro lugar, sin fijarme ni en dónde pisaba, marché al parque de el Retiro y dejé que un millón de libros me dieran un millón de abrazos.

Estos son los abrazos que se vinieron conmigo:

«El desierto de los tártaros», de Dino Buzzati.

«La historia del oficial Giovanni Drogo, destinado a una fortaleza fronteriza sobre la que pende una amenaza aplazada e inconcreta, pero obsesivamente presente, se halla cargada de resonancias que la conectan con algunos de los más hondos problemas de la existencia.» Esta es una de esas fábulas que se dejan acompañar por un poderoso paisaje formal y contienen entre sus líneas segundas lecturas. ¿Llama o no llama la atención? Yo le tenía bien de ganas.

«Hielo», de Anna Cavan.

Cada año me regalo un título de la maravillosa editorial Trotalibros, para que sus historias me conmuevan (esta me va a costar) y me hagan disfrutar (esta me va a descolocar) Seguí, en su día, el consejo de José Carlos Rodrigo y compré «El fallo», y el año pasado, en mi primera visita a la caseta de la editorial, le pedí lo mismo a Jan Arimany, que me recomendó «Canción del ocaso» Hoy me adentro en esta inclasificable y apocalíptica novela en la que «una nueva era glaciar se extiende por el mundo congelándolo todo a su paso y provocando guerras y migraciones masivas donde aún no ha sumido la vida en su silencio helado» El propio Arimany dice que es un libro difícil, y eso multiplica mis ganas.

«El jardinero y la muerte», de Gueorgui Gospodínov.

Este es el último libro de mi admirado Gospodínov y trata sobre el dolor de presenciar el final de una vida. Me lo he comprado casi sin pensarlo y es que es lo que he estado haciendo durante este último mes. Quizás encuentre el momento de leerlo. ¿Lo haré, Horten?

«Las mil noches y una noche», a partir de la versión inglesa de Sir Richard Burton.

En la presentación de «Theodoros», la última novela de Mircea Cărtărescu, conocí a Ismael y Sebastián, dos entusiastas lectores. Desde entonces quedamos, de vez en cuando, en librerías y presentaciones de libros, y siempre terminamos en torno a unas cervezas. Nos hacemos llamar «Los ruletistas» y nos venimos un poco arriba en esto de no dejar de hablar de libros. Hace unos meses, de visita a la librería Pasajes, nos encontramos con esta joya de la editorial Reino de Cordelia y yo supe que sería mía. Clásico entre clásicos, y con una edición ilustrada maravillosa. Ahora, sí, ya es mía.