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Siete casas vacías.

5° de mis #librosen2025.
La literatura de Samanta Schweblin es radical, arriesgada e incómoda; una maravilla en todos los sentidos.

Océano mar.

4º de mis #librosen2025.
Gracias por volver siempre, Baricco, te voy a seguir leyendo cuando me muera dentro de cincuenta y tres años.

El ministerio del dolor.

3º de mis #librosen2025.
Un libro redondo al que me cuesta ponerle una pega.

Canto yo y la montaña baila.

2º de mis #librosen2025.
Es así —descubro yo y la poeta canta—, cuando leo por fin a una brillante creadora más, y como siempre digo en estas ocasiones, bienvenida a mi vida, Solà, de aquí ya no te vas.

Al otro lado.

1° de mis #librosen2025.
Un brillante conjunto de relatos más propio del mundo onírico que de la simple realidad.

Mis libros en 2024.

«Solenoide», «Clarissa» o «Canción del ocaso», pero también «La clase de griego» o «Perro negro»
Este 2024 me ha traído todo tipo de lecturas.

Las tempestálidas.

25° de mis #librosen2024.
Dobre doshli, Gueorgui, me has convencido. Bienvenido a la familia.

San Manuel Bueno, mártir.

24º de mis #librosen2024.
Un claro ejemplo de encrucijada emocional, de conflicto interno, de pérdida de fe en algo.

La clase de griego.

23° de mis #librosen2024.
La generación de expectativas construye un gigante y, en ocasiones, el gigante hace aguas.

Tenemos que hablar.

Son días de fomentar la conversación; siempre lo son, y siempre lo serán. ¿Hablamos de ello? ¿Conversamos?